La colaboración es el valor que nos ayuda a acercarnos a la
unión con los demás. Colaborar implica ayudar, gestionar tu energía y tu tiempo
para compartirlo con los que te rodean. Colaborar es ayudar y compartir, crecer
y disfrutar, el que colabora alimenta los lazos de la amistad afianzando y
demostrando la disposición de ofrecer ayuda a la gente. La colaboración es un
hermoso valor de unidad que ayuda a generar armonía y bienestar, es el valor de
la fuerza y de la unión, es el valor de la sincronicidad con los seres de tu
alrededor.
Hay muchos valores, pero este valor concretamente es el
valor que nos permite aprender a compartir nuestra energía y nuestro tiempo con
los demás. La energía y el tiempo son cualidades muy preciadas en la sociedad
de nuestro tiempo, si colaboramos con los demás en realidad estamos aprendiendo
a ser generosos. Porque al ofrecer parte de nuestra energía y tiempo nos ayuda
a trabajar y fomentar la generosidad con los que nos rodean. La colaboración es
el valor que nos permite compartir y ayudar, nos permite experimentar con otras
personas diversas experiencias que nos ayudarán a crecer.
Llevando la colaboración a tu día a día
Durante este mes desde la red de valores te animamos a que
trabajes la colaboración y observes como la energía que se mueve te acerca al
amor. Podrás observar cómo con el amor todo tu entorno se transforma y se
vuelve todo más agradable y más fácil.
Para trabajar la colaboración puedes hacerte el propósito de
ayudar a alguien cada día en algo que no es lo que realizas habitualmente, por
ejemplo:
-Si nunca pones tú la mesa en casa, puedes colaborar un
poco y ofrecerte para ponerla.
-Puedes buscar una tarea que no haces de forma habitual y
ofrecer tu colaboración para hacerla.
A veces las cosas más simples son las que más pueden ayudar
a los demás. Colaborar en tareas del hogar puede ser una cosa, pero también puedes
colaborar en el trabajo, con algún amigo o con algún conocido. Debes tener en
cuenta que se puede colaborar de muchísimas formas, tan solo que busques una
para cada día del mes fomentará una transformación en los demás pero sobre todo
en ti.
Meditación para conectar desde la intención
Para esta pequeña meditación cerramos los ojos, relajamos el
abdomen para calmarnos un poco. Llevamos la atención a la zona de la frente e
intentamos relajar esa zona y detener el pensamiento durante unos instantes.
Ahora nos centramos en cualquier momento de nuestra vida en
la que alguien haya colaborado con nosotros, algún momento en el que nos hayan
ayudado de alguna forma. Buscamos la sensación y el sentimiento que aquello nos
generó, lo agradable que fue para nosotros. Visualizamos ahora una esfera de
color violeta que rodea todo nuestro cuerpo y mentalmente nos proyectamos en
todo aquello que creemos que podríamos ayudar y colaborar con los demás,
mientras lo hacemos sentimos el bienestar que produce la hermosa energía de la
colaboración y permitimos que la esfera crezca cada vez más. Que abarque a
todas aquellas personas que tenemos presentes en nuestra mente para poder
colaborar con ellas y que se expanda hacia todos los rincones de nuestro
planeta. Visualizamos ahora una gran esfera violeta alrededor del mundo que se
queda de forma permanente para ayudar a quien lo desee a conectar con la
energía de la colaboración.
Meditación dinámica para la naturaleza
Para todos los que deseen ir a la naturaleza a realizar la
red de valores pueden hacer una meditación dinámica mientras caminan.
Al caminar observamos todo el entorno en silencio, nos
fijamos en el camino, en lo que encontramos en cada paso, en los árboles, en el
cielo, en los animales que se escuchan o que se ven, buscamos todo lo que nos
brinda la naturaleza y lo observamos. Durante unos minutos mantenemos esta
observación sin proyectarnos en los pensamientos.
Pasados unos minutos reflexionamos sobre la forma en la que
la naturaleza nos ofrece y colabora para que podamos vivir. Los árboles nos
ofrecen su oxígeno, purifican el aire que respiramos, la tierra nos otorga los
frutos que en ella sembramos, les ayuda a crecer y nos los devuelve listos para
darnos su energía, los animales nos ayudan a que aprendamos a amar a los seres
vivos y ayudan a la tierra en su simbiosis natural. Todo en la naturaleza es
armonía, todo ayuda, colabora y ofrece, ahora podemos reflexionar durante unos
instantes si nuestras acciones cotidianas ayudan y colaboran con la naturaleza
o si la perjudican.
Pasados unos instantes nos enfocamos en todo aquello que
podemos hacer para colaborar con la naturaleza, en todas las acciones que
pueden beneficiarla y colaborar con ella. Y para finalizar la meditación dinámica
nos visualizamos a nosotros colaborando y ayudando a que la naturaleza pueda
sanarse.